Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 2 de Pascua (11.4.20212) - Ciclo B

EL PELIGRO DE PASARSE DE LISTO

“No seas incrédulo sino creyente”

*** Estamos en el Cenáculo de Jerusalén. Hoy, a diferencia del domingo anterior, está Tomás con los demás apóstoles. Cuando ha vuelto, a sus compañeros les ha faltado tiempo para decirle: “Jesús está vivo. Estuvo aquí hace ocho días. Ha resucitado”. Tomás se envalentona y piensa son unos ilusos, que han visto visiones. Él no quiere caer en la trampa y pide una prueba irrefutable: meter su dedo en las llagas de las manos y su mano en la llaga del costado. Ver es poco. Necesita tocar, probar científicamente que el Crucificado ha vuelto a la vida. Antes que termine de hablar, se presenta Jesús y le dice: Tomás, ven. “Mete tu dedo en mis manos y tu mano en mi costado”. Tomás, que, en el fondo, es más un vanidosillo que un ateo, cae rendido y realiza una gran confesión de fe en el Resucitado: “Señor mío y Dios mío”. Jesús acepta su confesión pero no deja de trasmitirle un mensaje imperecedero, que llega hasta hoy: “Dichosos los que crean sin haber visto”. Nosotros no hemos visto, pero creemos, nos fiamos de quienes lo vieron. Como nos fiamos de nuestros padres cuando nos dicen que somos hijos suyos. Buen domingo éste para celebrar la misericordia que Dios ha tenido y sigue teniendo con nosotros. Para eso lo instituyó san Juan Pablo II. ¿Cómo hacerlo? El Papa Francisco nos lo dice con su estilo paternal: “Hay que dejarse perdonar. Hay que confesarse” Y añade: “Tenemos miedo, vergüenza de decir nuestros pecados”. Pero nos anima así: “No tengamos miedo de sentir vergüenza. El drama está cuando no nos avergonzamos de nada”.             

0 comentarios