Domingo 27 del Tiempo Ordinario (5.10.2025) - Ciclo C
FE CON OBRAS
“Si tuvierais fe como un grano de mostaza…”
Hace unos días leía el evangelio, pues leerlo a diario unos minutos es una costumbre saludable para mí y, pienso, para los demás. San Mateo trascribía un hecho enternecedor. Un padre sale al encuentro de Jesús, se pone de rodillas delante de él, y le dice que cure a su hijo, pues tiene una enfermedad que le hace sufrir mucho. Jesús lo hace de inmediato y el chico recobra la salud. Los discípulos, al verlo, se quedan sorprendidos, y le preguntan por qué ellos no lo han podido hacer. La respuesta de Jesús es muy semejante a la que nos trasmite san Lucas en el evangelio de este domingo: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, nada os sería imposible”. Es lógico que los apóstoles le pidieran lo mismo que pediríamos nosotros: “Auméntanos la fe”. Muchas cosas se pueden decir sobre esta gran virtud teologal. Pero, ya que he mencionado a un padre con minúscula, quiero referirme ahora a un Padre con mayúscula. Porque “es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo.- Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado. Y está como un Padre amoroso…ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo y…perdonando”. No sé lo que te dirá este texto que acabo de citar. A mí, me lleva a intentar poner en práctica lo que dice en su final: “Preciso es que nos empapemos, que nos suturemos de que Padre y muy Padre nuestro es el Señor que está junto a nosotros y en los cielos” (San Josemaría, Camino 267). Si tuviéramos fe para tratar así a Dios, cómo cambiaría nuestra vida.