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LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo de Cuaresma (9.3.2025) - Ciclo C

UN TIEMPO MUY ESPECIAL

“Al Señor adorarás”

El desierto es un lugar inhóspito en el que no hay casas ni personas y la tierra es un yermo secarral. Jesús ha venido aquí para pasar cuarenta días de oración y ayuno y prepararse así para el ministerio de la predicación, que comenzará poco después. Al cabo del tiempo siente hambre. Mucha hambre. El demonio aprovecha la ocasión y le propone que emplee su poder milagroso para convertir las piedras en pan. Jesús rechaza de plano la propuesta. El demonio no se da por vencido. Viene de nuevo para ofrecerle lo que no tiene, pero él siempre actúa así: toda la riqueza y todo el poder del mundo si le adora. Jesús lo derrota por segunda vez. Aun así el demonio no se da por vencido y regresa con una tercera propuesta: el aplauso de la gente tras tirarse del alero del templo sin hacerse daño, porque los ángeles vendrán a ayudarlo. Jesús vuelve a vencerlo. El demonio se va, pero en espera de una mejor ocasión. Nosotros hemos entrado en la Cuaresma. La necesitamos. Porque nosotros sí hemos sido vencidos por el demonio en muchas de sus tentaciones. Unas veces por el egoísmo, otras por la soberbia, no pocas por la lujuria, la injusticia, la prepotencia, el menosprecio de los pobres y el escándalo. ¿Cuántos días hemos vivido como si Dios no existiera, olvidándonos completamente de él en la vida matrimonial, laboral, social, recreativa? Nuestra postura no puede ser otra que la sinceridad con nosotros mismos y reconocer lo que hemos hecho. Pero éste es sólo el primer paso. El más importante es el siguiente: abrirnos al perdón misericordioso de Dios, confesarnos y reconciliarnos con él. Si escuchamos este mensaje cuaresmal y volvemos a Dios, el premio será una inmensa paz y alegría.

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