Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

DOMINGO 21 DEL TIEMPO ORDINARIO (23 de agosto) -Ciclo B

FIARSE O DESCONFIAR DE DIOS

«Tú tienes palabras de vida eterna»

_________________________________________________________________________________

«Este modo de hablar es inaceptable. ¿Quién puede hacerle caso?» Son palabras que espantan. Porque no las dicen quienes son sus enemigos o los que nunca han tomado en serio a Jesús. ¡Son palabras de discípulos!, de gente que le han seguido con ilusión y, quizás, con entusiasmo. Debería haberles entusiasmado o, cuando menos, sorprendido la gran promesa eucarística. Pero les pudo su racionalismo y rechazaron que Jesús pudiera prometer que un día se daría él mismo como alimento espiritual para que pudieran vivir la misma vida de Dios. Era tan suprarracional la propuesta, que sólo cabía esta alternativa: fiarse de él o rechazarle frontalmente. Había que optar entre el «dos y dos son cuatro y, por eso, lo acepto», o entre «Dios es más grande que yo y me fío de él, aunque supere mi comprensión racional o empírica». Ellos prefirieron su punto de vista y sentenciaron: «Este modo de hablar es inaceptable». Sus razonadas sinrazones les enfrentaron nada menos que con la misma Palabra de Dios y se pasaron al ateísmo militante. Jesús, que no tiene un corazón  de madera ni de corcho, sintió la deserción tanto como la habríamos sentido uno de nosotros. Pero no sacrificó la verdad por miedo a perder adictos. Al contrario, se ratificó en su enseñanza y, vuelto a los apóstoles, les dijo: «¿También vosotros queréis marcharos» ¿También vosotros decís que es inaceptable mi doctrina eucarística y que  no se me puede hacer caso? ¡Qué maravillosa la respuesta de Pedro!: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Sólo tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios» Jesús se dirige ahora a ti y a mí y nos pregunta: «Tú, ¿te fías de Mí, crees que yo estoy presente como persona viva en la Eucaristía y me doy como alimento tuyo cuando comulgas» o piensas que «eso» es una tontería, que sólo lo acepta la gente no inteligente e incapaz de pensar por su cuenta? No quiero ni pensar que podamos responder con altanera autosuficiencia. Nos conviene decir con Pedro: «Señor, sólo Tú tienes palabras de vida eterna».

0 comentarios