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LITURGIA DEL VATICANO II

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO (18.VII.2010) -Ciclo C

ESCUHAR A JESÚS

«Marta ha escogido lo mejor»

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El evangelio de este domingo es muy corto pero ha hecho correr ríos de tinta. Recoge aquel pasaje de la vida de Jesucristo en el que éste se hospeda en casa de sus grandes amigos Marta, María y Lázaro. Marta, mujer de su casa, se pone de inmediato a preparar todo lo necesario para que el huésped se encuentre a gusto. Su hermana María opta, en cambio, por quedarse a sus pies y escucharle. En un cierto momento, Marta pasa delante de ellos y dice a Jesús, pero con intención de que lo oiga su hermana: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano». Nosotros nos habríamos puesto de parte de Marta. Jesús, en cambio, se pone de parte de María: «Marta, Marta, dice, andas nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán». Sería tergiversar el Evangelio ver en esto una condena de la vida activa y un encumbramiento a ultranza de la vida contemplativa. ¡Como si quien trabaja mucho estuviera condenado a no ser contemplativo! Jesús no rechaza los cuidados y el interés de Marta. Pero Él no ha ido, ante todo, para ser acogido. Ha ido para ser escuchado. Le interesa más dar que recibir. Marta descuida este deseo. María, no. Nosotros deberíamos tener presente que lo primero que Jesús espera de nosotros no son las cosas que podamos hacer por Él, sino que le escuchemos y estemos pendientes de lo que Él nos dice. Tal comportamiento es muy necesario incluso para nuestra vida de cada día. Si lo aplicáramos, no tardaríamos en percibir que los hijos, los padres, los ancianos, la esposa, el esposo... tienen necesidad, sobre todo, de nuestro interés y de nuestro tiempo. Quieren que les escuchemos, que oigamos con interés sus cosas, que atendamos a las historias que nos han contado mil veces. Jesús coloca en primer plano la escucha de su Palabra. Nosotros tenemos necesidad de escucharla, interiorizarla, asimilarla. Es preciso escuchar a Jesús en la oración, para que Él nos indique el camino que hemos de tomar. Trabajo, sí. Oración, también. Escucha atenta de Jesús, ¡sobre todo!           

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