Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

DOMINGO CUARTO DE PASCUA (29.IV.2012) - Ciclo B

¿TODOPODEROSOS O

NECESITADOS?

«El Buen pastor da la vida por las ovejas»

____________________________________________________

El hombre moderno se siente seguro y autosuficiente.  Por eso, puede ponerse nervioso ante el evangelio de este domingo, en el que nosotros somos considerados «ovejas» de las que cuida un «Buen Pastor»: Jesucristo. Porque, admitir que uno es oveja de la que cuida un pastor, es tanto como reconocer limitaciones y carencias, que son, precisamente, las que no quiere admitir. Sin embargo, tú y yo, hombres modernos, somos mucho más vulnerables y menesterosos de lo que nos imaginamos. En el camino de tu vida, de la mía y de la de casi todos hay situaciones que no conseguimos desembrollar, fuerzas que dividen en lugar de unir, injusticias sociales que somos incapaces de superar, vidas de tantos no nacidos que querríamos salvar y no podemos, sementeras de odio depositadas por «el enemigo» en los campos que hemos intentado sembrar de comprensión y fraternidad. Con más frecuencia de lo que estamos dispuestos a admitir, somos un niño abandonado a su suerte, un enfermo aquejado de una enfermedad incurable, un montañero suspendido en el abismo. Por eso, necesitamos la ayuda de alguien que nos quiera bien, que nos ayude, que sea nuestro «pastor». No hay otro más que Jesús. Sólo Él ha dado la vida por nosotros. Ha demostrado con hechos que nos ama más a nosotros que a Sí mismo, pues ha preferido nuestro bien a su propia vida. Es verdad que, a veces, tiene que lanzarnos una piedra que nos duele, porque somos tercamente rebeldes y nos empeñamos en despeñarnos al abismo. Pero esto, lejos de ser un desamor, es muestra de un amor de muchos quilates. Eso explica que su relación con nosotros no sea impersonal y fría sino profundamente personal y cordial. Él conoce nuestra propia historia, nuestras dificultades, nuestros defectos, nuestras características.  Y, precisamente por eso, nos ama y quiere introducirnos cada vez más en comunión con Él. El día en que aceptemos esta amistad personal con Jesucristo y nos dejemos pastorear por su amor –y sólo ese día- nuestra vida comenzará a ser otra.

0 comentarios