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LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 4 de Pascua (21.IV.2013) - Ciclo C

JESÚS SÓLO SABE CONTAR HASTA UNO

“Mis ovejas escuchan mi voz”

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El evangelio de este domingo está tomado del Discurso de Jesús sobre el Buen Pastor y tiene tres partes. En  la primera, Jesús describe la relación que existe entre el pastor y las ovejas, entre él y los hombres; en la segunda señala lo que él hace por sus ovejas y lo que éstas pueden esperar de él como pastor; en la tercera muestra que todo viene y está sostenido por su Padre, Dios. La relación que existe entre él y los suyos es ésta: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen”. Sólo los que escuchen su voz y le sigan, podrán participar de su amor y de su solicitud, creer que él conoce el sentido y el fin de su vida, y confiar en él como su pastor y guía. Jesús es y será siempre el buen pastor, pero su solicitud pastoral únicamente se hará efectiva en nosotros, si le escuchamos y seguimos. El que no se acerca al evangelio, no hace oración y no practica los sacramentos, será difícil, por no decir, imposible que conozca y siga a Jesucristo, Buen Pastor. En cambio, el que se acerca a esas fuentes, entra en intimidad con Jesús y experimenta que él conoce a los suyos y los suyos le conocen a él. Este conocimiento es tan íntimo, tan personal, que Jesús lo equipara al que él tiene con su Padre. No cabe una relación más íntima y más cordial. Quien tiene experiencia de esto, llega a saborear que Jesús no es un señor distante ni un legislador despótico, sino un amigo cercano; y que la amistad y la fraternidad son las dos reglas supremas de su relación. Amistad y fraternidad que son tan fuertes, que no serán rotas ni siquiera por la muerte. Ciertamente, las ovejas de Jesús terminan su relación terrena con él con la muerte. Pero no serán aniquiladas ni vencidas por ella muerte. Jesús, que tiene poder sobre la muerte, las resucitará y dará la vida eterna. Como un pastor protege a sus ovejas de los lobos y chacales, así defiende Jesús a las suyas. No hay poder alguno, sea del tipo que sea, que esté por encima de él. Si escuchamos a Jesús, si le seguimos, si le amamos, experimentaremos la verdad que encierra la sentencia de un gran autor: ·Jesús sólo sabe contar hasta uno, y ese uno es cada uno de nosotros”.      

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