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LITURGIA DEL VATICANO II

Ascensión del Señor (16.5.2021) - Ciclo B

LA OFERTA CRISTIANA Y LAS DEMÁS OFERTAS

“Id, predicad y bautizad”

****Celebramos hoy la Ascensión del Señor. Poco importa que no podamos cantar ya “tres jueves hay en el año que relucen más que el sol”. El misterio es el mismo que celebrábamos entonces: la glorificación plena de la humanidad de Jesucristo. “El cielo no indica un lugar sobre las estrellas, sino algo mucho más osado y sublime: indica a Cristo mismo, la Persona divina que acoge plenamente y para siempre a la humanidad. Aquel en quien Dios y el hombre están inseparablemente unidos para siempre. Estar el hombre en Dios es el cielo” (Benedicto XVI). La Ascensión de Jesucristo al Cielo no es iniciar una ausencia para siempre sino inaugurar una forma nueva, definitiva y perenne de su presencia. Nosotros, al igual que los apóstoles, hemos de dar testimonio de esto y anunciar a todos que el mismo que nació, murió y resucitó  por nosotros, continúa entre nosotros para ayudarnos a ir a su encuentro, entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios. Lejos de desentenderse de nosotros, sigue activo junto a nosotros para que un día podamos estar para siempre con Él, glorificada nuestra humanidad. Porque no sólo será glorificada e inmortal nuestra alma. Lo será también nuestro cuerpo. Y así, alma y cuerpo, plenamente nosotros, compartiremos su amistad y su presencia, estaremos para siempre con Él. Esta es nuestra meta y nuestra esperanza. Aquí está lo que marca la diferencia con las demás religiones. ¿Cómo no alegrarnos y marchar por el mundo compartiendo este tesoro?   

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