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LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 5 del Tiempo Ordinario (6.2.2022) - Ciclo C

ECHAR LAS REDES PARA PESCAR

“Serás pescador de hombres”

Pedro era pescador de oficio. Por eso salía a pescar durante la noche y volvía a puerto muy de mañana. Un día las cosas se dieran tan mal, que no cogió ni un pez. Mientras estaba a la orilla del lago, Jesús se acercó y le pidió subir a la barca para predicar a la muchedumbre. Después le dijo: “Rema mar adentro y echa las redes para pescar”. Pedro tuvo que responder: Anoche no he pescado nada, pero “ya que tú lo dices, echaré las redes”. Las echó y lo que hasta ese momento había sido “nada”, se convirtió en una redada tan grande que se hundía la barca. La barca de Pedro es ahora la Iglesia. En ella van, además de Pedro –el papa Francisco-, los obispos, los sacerdotes, los religiosos y la inmensa multitud de fieles corrientes. Jesús dice a todos, no sólo al Papa y a los obispos: echad las redes para pescar. Echar las redes exige tres cosas: tener redes, echarlas donde hay peces y echarlas en nombre de Jesús. “Tener redes” es, ante todo, sentirse pescador y dar testimonio con la vida y la palabra. Echar las redes donde hay peces es echarlas donde está la gente: en  la familia, en las fábricas, los comercios, los hospitales, la universidad, los colegios... Finalmente, echarlas fiados de la Palaba de Dios. San Juan Pablo II nos dejó todo un programa: meterse a fondo en la faena y hacerlo “con nuevo vigor, nuevos métodos y nuevas propuestas”. El papa Francisco no cesa de repetirnos: dejad de una vez por todas las rutinas y el “siempre se hizo así” y lanzaos a una nueva aventura del Espíritu. ¡Qué pasaría si todos los cristianos nos hiciéramos pescadores de hombres!   

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