Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 3 del Tiempo ordinario (25. I. 2015) - Ciclo B

PERCADOR DE HOMBRES

“Venid conmigo”

____________________________________________________

Estamos en la parte norte del lago de Genesaret. Hay muchos pescadores. Dos hermanos están echando la red para pescar. Se llaman Pedro y Andrés. Un poco más adelante, otros dos hermanos, Juan y Santiago, arreglan los desperfectos que han sufrido las redes en la faena anterior. Jesús pasa por delante de ambas parejas y les dice: “Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”. Ellos no lo dudan un segundo e “inmediatamente” dejan las redes y las barcas y se van con él. Desde hoy vivirán con Jesús día y noche, serán testigos de sus milagros y de su enseñanza, conocerán sus intimidades y serán  testigos de su muerte y resurrección. Cuando llegue el momento de separarse físicamente, en el momento de su Ascensión al Cielo, Jesús les hará “pescadores de hombres”, dándoles este encargo y esta misión: “Id al mundo entero y haced discípulos míos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Y ellos fueron y ¡vaya redadas de peces humanos que hicieron! Nosotros somos la última. Gracias a ellos, Jesús se ha hecho presente en nuestra vida y nos ha dicho: “Venid conmigo y también a vosotros os haré pescadores de hombres”. Nos lo dijo el día de nuestro bautismo. Pero el “vente conmigo” no ha supuesto para nosotros –salvo raras excepciones: los sacerdotes y religiosos, por ejemplo- sacarnos de nuestra tarea. Todo lo contrario: quiere que le pesquemos hombres, permaneciendo ahí. Una madre pescará a sus hijos, enseñándoles, como buena madre, a rezar y a descubrir a Dios en su vida; un profesor, investigando y difundiendo la verdad entre sus alumnos; un empresario, siendo un dechado de solidaridad, justicia y promoción para sus empleados; un médico, curando con competencia y tratando a sus enfermos con suma delicadeza; una novia, invitando a su novio a confesar y a ir a misa; un estudiante, yendo con  un compañero a los barrios extremos de su ciudad a ayudar a los necesitados y, si es posible, enseñarles el catecismo. Jesús pasa hoy junto a ti y junto a mí y nos dice: “¿Estás pescando hombres, estás haciendo discípulos míos?”    

0 comentarios