Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 4 de cuaresma (19. 3. 2023) - Ciclo A

¿SIGUE ENCENDIDA NUESTRA LÁMPARA?

“ Fui, me lavé y recobré la vista”

Agua, luz, vida. Estas son las tres últimas etapas del itinerario bautismal que recorremos al final de la Cuaresma. El agua la encontramos el domingo pasado con la Samaritana. La vida la encontraremos el próximo. La luz la encontramos hoy en el evangelio del ciego de nacimiento. Los tres están tomados del llamado “Libro de los signos”, del evangelio de san Juan, libro al que es preciso acercarse siempre con una doble mirada. La histórica, que deja constncia de los hechos, y la teológica, que descubre lo que está detrás de esos hechos. La Iglesia actual acentúa las dos. Por eso, en el evangelio de hoy ve un milagro prodigioso: un ciego de nacimiento, al que Jesús unta sus ojos con barro, le manda lavarse con el agua de la piscina de Siloé y obtiene la vista. A la vez, descubre que el ciego es una persona no bautizada, el agua de la piscina es el agua del bautismo, y quien le manda lavar y le da la luz de la fe es Cristo, ¡Qué bien lo entenderán los adultos de la diócesis que recibirán el bautismo, la confirmación y la eucaristía durante la próxima Vigilia Pascual, cuando el obispo les diga, al entregarles un cirio encendido en el Cirio Pascual: “Habéis sido trasformados en luz de Cristo. Caminad siempreo como hijos de la luz, para que, perseverando en la fe, podáis salir con todos los santos al encuentro del Señor” A nosotros nos las dijeron, a través de nuestros padres y padrinos, cuando nos bautizaron. Preciosas palabras para un sincero examen de conciencia y un no menos sincero propósito de avivar esa luz de la fe  y comunicársela a otros  .

0 comentarios