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LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 1 de Cuaresma (26.2.2023) - Ciclo A

 

 

LA APOSTASÍA,  NUESTRO GRAN PECADO

“A él sólo servirás y darás culto”

Desde el primer momento la Cuaresma deja constancia de ser un “tiempo fuerte”. Han pasado sólo cuatro días desde que comenzó0 el pasado Miércoles de Ceniza, y ya nos sitúa frente al personaje más siniestro de la historia. Quiso apartar al mismo Dios-Hombre, Jesucristo, de ser un Mesías pobre, humilde y servidor incondicional y convertirle en un Mesías rico, soberbio y poderoso: “Te daré todo esto –el mundo entero-, si me adoras”. En el Paraíso le dio un resultado óptimo su estrategia, que es siempre la mentira y ofrecer lo que no puede dar. Prometió a Adán y Eva ser como Dios, y lo que les dio fue el dolor y la muerte física y espiritual. Con Jesucristo las cosas le fueron peor. Perdió estrepitosamente los tres asaltos del desierto. Pero no se dio por vencido, y volvió con el mismo objetivo  y la misma táctica en el momento supremo: ”Baja de la Cruz” y todos creerán en ti. Jesucristo no bajó y allí le arrebató las llaves de la muerte y del infierno y las cambió en llaves de perdón y vida eterna. Como era de esperar, sigue empeñado en vencer a los discípulos de Jesús. Ha conseguido grandes victorias. La mayor de los tiempos modernos ha sido la apostasía masiva, el alejamiento general de Dios, el vivir como si Dios no existiera.  La lujuria y la soberbia de creernos dioses omnipotentes son ahora dos de sus grandes recursos. Urge que nos rebelemos contra él y coloquemos nuevamente a Dios en el centro de nuestra vida. Porque Dios es lo único esencial.  El dinero, el placer, el poder, la fama, la belleza física son puro vacío al margen de Dios      

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