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LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 26 del Tiempo Ordinario (1.X.2017) - Ciclo A

DECIR “SÍ” DONDE DIJIMOS “NO”

“Os precederán, porque se arrepintieron”

___________________Pocas palabras han sido más manipuladas y tergiversadas que las que aparecen en el Evangelio de este domingo: “Las prostitutas y los publicanos os precederán en el Reino de los Cielos”. El fraude a lo dicho por Jesús es tan grande, que hasta se ha llegado a decir que Él alaba a quienes venden su cuerpo o son corruptos y ladrones, y condena a los bienpensantes y practicantes. Jesús dice otra cosa. Él tiene delante a un grupo de escribas y fariseos, fieles observantes de la Ley, que, cuando ha llegado él, que es “el fin de la Ley”, le han rechazado y le condenarán a muerte. En cambio, las prostitutas y los publicanos, que no observaban ni practicaban la Ley, se arrepintieron con la predicación del Bautista. Por eso, les preceden en el Reino de Dios, que es Él mismo. Y se lo ilustró con una parábola breve y sencilla. Un padre tenía dos hijos y les mandó a trabajar a la viña. Uno dijo: “sí, voy enseguida”, pero se arrepintió y no fue. En cambio, el otro dijo: “no me da la gana ir”, pero se arrepintió y fue. Cuando Jesús pregunta a los fariseos quién hizo la voluntad del padre, no tuvieron dificultad en encontrar la respuesta pertinente: “el que fue a trabajar a la viña”. Luego les dio la clave para interpretar la parábola: Vino Juan llamando a la conversión y no le hicisteis caso; en cambio, los publicanos y las prostitutas escucharon sus palabras y se arrepintieron. Por ello, no sois vosotros los que cumplís la voluntad de Dios sino ellos. No por lo que era “su profesión”, sino porque la dejaron y cambiaron de conducta. Vale la pena preguntarse en cuál de los hijos nos reconocemos. ¿Acogemos la Palabra de Dios que nos llama a la conversión, a cambiar de vida, a dejar el pecado en todas sus gamas y a iniciar una vida nueva, o la oímos como quien oye llover y seguimos enfrascados en los negocios sucios del dinero, del sexo, de la droga, del aborto, de la explotación del débil, de las injusticias, del abandono de los padres que llegan a mayores, de cambiar de pareja como se cambia de chaqueta? Jesús sale a nuestro encuentro para decirnos: Aunque hasta ahora no hayas querido ir a mi viña, estás a tiempo para cambiar tu “no” en un “sí”.  

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