Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

El Bautismo de Jesús (12.1.2025) - Ciclo C

UNA PROFECÍA DE GRAN CALADO

“Éste es mi Hijo amado”

“Él bajó a la tierra para padecer”, canta el villancico de esta tierra. Nuestros mayores intuyeron que Navidad y Pascua son inseparables, como confesamos en el Credo: “Que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajo del Cielo…y por nuestra causa fue crucificado, muerto y sepultado”. Por eso la liturgia concluye el Tiempo de Navidad precisamente hoy con el “Bautismo de Jesús”. ¿Qué tiene que ver el Bautismo de Jesús con el Nacimiento en Belén? Vayamos al Jordán y quedaremos asombrados viéndole recibir el bautismo como un pecador. ¿No se había hecho “igual a nosotros en todo, menos en el pecado”? Cuando esté sumergido en las aguas del bautismo de su propia sangre en la cruz, y “hecho pecado”, en frase fuerte de san Pablo, lo comprenderemos. El que había nacido en Belén era, sí, inocente cuando entró en las aguas del río y cuando se bañó en las aguas de su sangre. Pero se había hecho responsable de nuestros pecados, de los pecados de todos los hombres, y tenía que borrarlos con su humildad y obediencia hasta la muerte de la cruz. El bautismo en el Jordán fue una profecía de su bautismo en la cruz. Pero gracias a este bautismo, se nos abren las puertas del cielo cuando participamos en él al bautizarnos. Al salir de las aguas bautismales, Dios Padre nos dice lo mismo que a Jesús al salir de las del Jordán: “Tú eres mi hijo amado”. Nos llevaron a la Iglesia como hijos de nuestros padres y volvemos hechos también hijos de Dios. ¿No vale la pena bautizar a los hijos o, si no estamos bautizados, recibir nosotros el bautismo aunque seamos mayores?

0 comentarios