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LITURGIA DEL VATICANO II

DOMINGO 2 DEL TIEMPO ORDINARIO (15.i.2012) - Ciclo B

TENER EXPERIENCIA DE JESUCRISTO

«Fueron y se quedaron con él»

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Estamos con Juan el Bautista y sus discípulos Juan y Andrés al día siguiente del Bautismo de Jesús. Éste ha vuelto allí y el Bautista no pierde la ocasión de que sus discípulos entren en contacto personal con él. Al contrario, fijándose en Jesús, les dice: «Este es el Cordero de Dios». Uno de los protagonistas -que es el autor del evangelio de este domingo-, añade con conocimiento de causa: «Los dos discípulos, al oírle hablar así, siguieron sus pasos» Comienza para ellos una historia maravillosa. Jesús oye que le siguen y se vuelve a preguntarles: «¿Qué buscáis?». Ellos: «¿Dónde vives?». Y Él: «Venid y lo veréis». Y, efectivamente, fueron y les cautivó de tal modo su Persona, que se quedaron todo el día con él. Los años no harían olvidar a Juan este momento: «Eran las cuatro de la tarde». Vueltos a casa, Andrés se encontró con su hermano Simón y le faltó tiempo para comunicarle su gran hallazgo: «Hemos encontrado al Mesías. Y le llevó hasta Jesús». Jesús, viendo a Pedro, le miró complacido y le añadió: «Tú te llamarás Pedro» Es el camino de la fe. Para ser cristiano hay que encontrarse personalmente con Jesucristo y seguirle. No hay otro camino. Porque «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con una Persona, que da nuevo horizonte a la vida» (Benedicto XVI). En la Iglesia son necesarias muchas y muy profundas reformas. Pero «si la fe no adquiere nueva vitalidad, con  una convicción profunda y una fuerza real, gracias al encuentro con Jesucristo, todas las demás serán reformas ineficaces» (Id). Nadie duda de la necesidad urgente de ser apóstoles. Pero nunca deberíamos dejar de añadir esta coletilla: «No se puede ser apóstol si antes no se es discípulo» de Jesús. Y para serlo hay que estar con él, pasar tiempo escuchando su Palabra y conversando con él en la oración. Nadie puede ser discípulo de Jesús «a distancia» ni apóstol «de libro». Hay que conocerse y tratarse mutuamente ¿Ocurre así, incluso con los que participan en la misa con frecuencia?. Dejo planteada la pregunta. Tú, que lees esto, debes responder por ti.      

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