Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 8 del Tiempo Ordinario (2.III.2014)- Ciclo A

¿INVITA EL EVANGELIO A LA VAGANCIA?

“Buscad, sobre todo, el reino de Dios”

____________________________________________________

“No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. Mirad los pájaros: ni siembran ni siegan ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni tejen ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos”. Estas palabras han servido para que los marxistas digan que el cristianismo es irrelevante y tachen de parásitos a los cristianos. Según ellos, Jesús ha dicho: “Discípulos míos, no trabajéis, no faltará quien lo haga por vosotros”. La pregunta es, pues, ineludible: ¿Ha invitado Jesús a los cristianos a no trabajar y a vivir a expensas de los demás? Recordemos un par de cosas. En la parábola de los talentos, Jesús alaba al que recibió cinco y al que recibió dos, porque habían negociado con ellos y habían ganado otros cinco y otros dos. En cambio, condenó el que recibió uno y lo escondió bajo tierra, en lugar de hacer lo que hicieron los otros.  En el juicio final, nos condenará si no hemos dado de comer y si no hemos vestido a nuestro prójimo, imposible de hacer si no trabajamos. San Pablo, por su parte, fue tajante: “El que no trabaje, que no coma”. La cuestión que hoy plantea Jesús a sus discípulos no es si tienen o no tienen que trabajar, sino si tienen que ser esclavos del trabajo y de los bienes de la tierra. Y su respuesta es clara: no podéis ser esclavos ni de la comida, ni del vestido, ni del trabajo, ni de nada. El evangelio de este domingo planeta otra cuestión en estas palabras: “No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio”. ¿Dice Jesús que no hay que ser previsores para el día de mañana? Lo que plantea es otra cosa; que no podemos vivir agobiados por el mañana. ¡Previsores, sí; angustiados y agobiados, no!. Está bien que hagamos una carrera, que aprendamos un oficio, que montemos una empresa, que tengamos al día el seguro de enfermedad y de vejez. Pero no nos creamos dioses. Porque, por no saber, ignoramos si viviremos mañana. Es mejor trabajar con Dios, descansar en Dios, confiar plenamente en Dios, que es nuestro Padre.          

0 comentarios