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LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 4 de Adviento (21. XII. 2014) - Ciclo B

COLABORADORES DE LOS PLANES DE DIOS

“Aquí está la esclava del Señor”

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Estamos en el domingo que precede a la Navidad. El hecho de leer el Evangelio de la Anunciación evidencia que Liturgia no se preocupa de la cronología, porque es claro que la Anunciación no tuvo lugar algunos días antes de Navidad. A la liturgia le interesa ilustrar el misterio de Navidad y este evangelio es indispensable para acoger bien tal misterio. El profeta Natán había profetizado a David que de él nacería el Rey-Mesías, el cual sería el soberano ideal y su reino duraría para siempre. El ángel anuncia hoy a nuestra Señora que esta profecía está a punto de cumplirse. El Hijo de María será el sucesor de David: “El Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin”. Tras haber escuchado este mensaje, María pregunta: “¿Cómo sucederá esto, pues yo no conozco –no puedo tener relaciones sexuales- varón?”. La respuesta del ángel le revela que su  Hijo no tendrá un padre biológico, sino que será concebido por obra del Espíritu Santo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá será Hijo de Dios”. Se trata de algo maravilloso, de algo que cambiará toda nuestra existencia humana y toda la existencia del mundo. María responde con brevedad, humildad y plena adhesión a los planes de Dios: “Aquí está la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu palabra”. Es la misma respuesta que dará el Hijo al hacer su entrada en este mundo: “Aquí estoy, Padre, vengo a hacer tu voluntad”. María sigue la senda de la humildad. No habla de gloria ni busca ser exaltada. Al mismo tiempo es consciente de que depende de ella el proyecto de Dios, que ella puede ser obstáculo o ayuda a este proyecto. Al aceptar el plan de Dios se muestra como la colaboradora perfecta de Dios. ¡Ojalá que cada uno de nosotros respondamos a la vocación que Dios nos ha dado –en el matrimonio o en el celibato apostólico- con la misma disponibilidad que María, conscientes de que Dios quiere contar con nosotros para realizar sus proyectos y podemos ayudarle o estorbarle!  

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