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LITURGIA DEL VATICANO II

Santísima Trinidad (16.VI.2019) - Ciclo C

UNA REALIDAD QUE NOS SUPERA

“Él os lo enseñará todo”

***** ¿Cabe el mar en un vaso de agua? ¿Llega nuestra vista hasta Madrid? Si el vaso y nuestros ojos tuvieran inteligencia y dijesen: “El mar no existe, porque no cabe en mí” o en Madrid ahora no hay sol porque yo no lo veo,  nosotros concluiríamos: desvarían. Pues bien, muchos aplican este modo de razonar cuando hablan de Dios. Como ellos no pueden comprenderle, porque son limitados y Dios es infinito, concluyen: “Dios no existe”. En particular hablan así cuando se refieren a la Santísima Trinidad. Si es el misterio de los misterios y nadie lo hubiera pensado si Dios mismo no lo hubiese revelado, ¿cómo va a explicarlo nuestra pobre inteligencia, tan limitada y pequeña, incluso en quienes son superdotados? Los cristianos sencillos pero practicantes juegan con ventaja en este terreno. Ellos saben que, al poco de nacer, fueron bautizados “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Cuando hacen la señal de la Cruz, dicen con devoción: “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Otro tanto les ocurre cuando rezan “Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo”. En la misa  el sacerdote les saluda desde el altar con estas palabras: “La gracia de nuestro Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo, estén con todos vosotros” y los despide bendiciéndoles en el nombre de las tres Personas de la Trinidad. En el momento cumbre de la Eucaristía, la plegaria eucarística, el sacerdote pide al Padre que envíe al Espíritu Santo para que convierta el pan y el vino en el Cuerpo  y la Sangre de Cristo y haga de los que comulguen un solo Cuerpo de Cristo. Por otra parte, todos ellos saben que la Encarnación del Verbo en las entrañas de María fue obrada por el Espíritu Santo y anunciada de parte de Dios Padre por el ángel. Y que en el bautismo de Cristo, el Padre llama Hijo a Jesucristo y el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma. Hoy día de la Santísima Trinidad digamos con fe y amor muchas veces: “Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo” y “Amo a Dios Padre, amo a Dios Hijo, amo a Dios Espíritu Santo”. 

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