Blogia
LITURGIA DEL VATICANO II

Domingo 34 del Tiempo Ordinario. JESUCRISTO REY DEL NIVERSO (24.XI.2019) - Ciclo C

¿PARA QUÉ VALE UN CRISTO QUE NO LIBRA DEL DOLOR?

“Hoy estarás conmigo en el Paraíso”

*** Estamos en la cumbre del monte Calvario, donde Jesús agoniza en una cruz entre dos ladrones. Mientras el pueblo que ha pedido su muerte mira el desenlace, las autoridades se burlan de él y comentan: “A otros ha salvado, que se salve a sí mismo”. El piquete de soldados que le ha crucificado, se une también a la burla:”Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. Incluso uno de los ladrones le grita blasfemo: “¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo”. Jesús no les responde. No entenderían ni aceptarían su respuesta, pues no tienen fe y cuando no se tiene fe es imposible entender quién es y cuál es su misión. ¿Cómo iban a entender las autoridades, los soldados y el mal ladrón desde su visión terrena, que Jesús era Rey, precisamente porque prefería entregar su vida por amor y solidaridad hacia todos, en lugar de guardársela egoístamente para él? Sólo el buen ladrón, que llegó a la fe allí, comprendió que Jesús es Rey, que Jesús tiene un reino que no es de este mundo y que ese Reino no es otro que el Paraíso, el Cielo. Por eso, dirigió a Jesús una plegaria que a mí me gustaría repetir en el momento postrero de mi vida: “Acuérdate de mí cuando estés en tu reino”. Jesús escucha esa petición y le dice: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Jesús entrará en su reino acompañado de un ladrón arrepentido. Será el primero de una fila hecha de millones y millones de hombres y mujeres que encontrarán las puertas del Cielo abiertas de par en par, porque sobre ellas cayó la cruz ensangrentada del que vino a este mundo para salvar a quienes se dejen salvar. ¿Para qué sirve un Cristo que no es capaz de librarse de los desprecios, el dolor y la muerte? ¿Para qué  sirve un Cristo que no me libra a mí de la enfermedad, el dolor, el fracaso?, siguen preguntándose los incrédulos de hoy, cuyas claves son el poder, el dinero y el placer. Jesús responde: “Sirve para decirte cuál es el camino del Cielo. Sirve para librarte de todas las cadenas que te esclavizan y para llevarte un día al Paraíso y allí vivir y ser feliz para siempre”. ¡Jesús: vale la pena ser soldado tuyo, dar la vida por ti y combatir contigo las batallas del amor y de la paz!            

0 comentarios